Es sabido que el sistema de asistencia sanitaria tiene, en sí mismo, el potencial para influir sobre el comportamiento de adherencia terapéutica de los pacientes. Por ejemplo, los sistemas de salud controlan los horarios del personal sanitario, la duración de las consultas, la asignación de los recursos, las estructuras de los honorarios, los sistemas de comunicación e información y las prioridades de organización.
En los países europeos en donde el avance en adherencia es más rápido se han utilizado las siguientes estrategias, acá dejamos algunos ejemplos:
• Los sistemas dirigen la duración de la consulta y los prestadores informan que sus horarios no asignan tiempo para abordar adecuadamente el comportamiento de la adherencia terapéutica.
• Los sistemas determinan las estructuras de los honorarios y en muchos de ellos (por ejemplo, los honorarios por servicios prestados) la falta de reembolso financiero para la orientación y educación de pacientes amenaza seriamente las intervenciones centradas en la adherencia terapéutica.
• Los sistemas asignan los recursos de una manera que puede originar gran tensión y mayores exigencias sobre el personal asistencial quien, a su vez, ha experimentado una menor adherencia terapéutica por parte de los pacientes.
• Los sistemas determinan la continuidad de la atención. Los pacientes demuestran mejor comportamiento de adherencia terapéutica cuando reciben atención del mismo profesional con el transcurso del tiempo.
• Los sistemas dirigen el intercambio de información. La capacidad de las clínicas y las farmacias para compartir la información sobre el comportamiento de los pacientes con respecto al resuministro de la receta tiene el potencial para mejorar la adherencia.
• Los sistemas determinan el grado de comunicación con los pacientes. Los esfuerzos de comunicación constante (por ejemplo, los contactos telefónicos) que mantienen al paciente participando en la atención de salud pueden ser la estrategia más sencilla y económica para mejorar la adherencia terapéutica.
Los profesionales sanitarios debemos ser conscientes del nuevo paradigma en relación con el manejo de las enfermedades crónicas, que es considerar el papel central y relevante que tiene el paciente y su entorno (familia, comunidad) como copartícipe y responsable del manejo de su enfermedad, considerando sus problemas y necesidades individuales.
Algunas recomendaciones a tener en cuenta son:
También puede ser útil contar con herramientas que permitan valorar en el inicio de la prescripción la probabilidad de seguir el tratamiento a medio – largo plazo, como una encuesta o registro de su adherencia a traves de los meses.
En general el paciente activo, informado y participativo en la toma de decisiones terapéuticas es un buen aliado para lograr un grado de adherencia óptimo para conseguir los resultados en salud deseados.
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